La portada de la iglesia de Santiago, de finales del siglo XII, es una joya del arte medieval. Está compuesta por tres arquivoltas de medio punto decoradas con escenas que reflejan la vida cotidiana en la Edad Media.
La arquivolta central es especialmente interesante, con figuras alusivas a los veinticuatro ancianos del Apocalipsis que se aprovechan para representan distintos oficios, como pañeros, herreros, fundidores, acuñadores de moneda, escribas, monjes, jueces, zapateros y músicos, entre otros.
Las columnas de la portada presentan relieves con ángeles y motivos en zigzag, mientras que los capiteles, aunque desgastados por el tiempo, parecen mostrar escenas relacionadas con la condena de las almas de los pecadores y la salvación de los justos.
Sobre la portada, un friso horizontal muestra a Cristo en Majestad, rodeado por las representaciones simbólicas de los cuatro evangelistas y los apóstoles.
Toda la obra escultórica de esta portada se ha puesto en relación con el maestro Fruchel, un importante arquitecto de Borgoña que contribuyó intensamente en la introducción del gótico francés en Castilla.
Esta magnífica obra combina la solemnidad del románico con el naturalismo del gótico, creando una impresionante representación de la divinidad.
La portada de la iglesia de Santiago es un testimonio del arte medieval y un punto de interés para los peregrinos del Camino de Santiago, que encuentran en Carrión de los Condes un lugar lleno de historia y belleza.
